Esta enfermedad ocular es una de las más habituales en la consulta oftalmológica. Se trata de un defecto del espesor corneal que puede afectar a las capas más superficiales de la córnea o puede progresar a capas más profundas, llegando incluso a la perforación del globo ocular.
El paciente suele manifestar dolor (blefaroespasmo), lagrimeo excesivo (epífora), intolerancia a la luz (fotofobia) y opacidad corneal (ojo azulado). En el diagnóstico es muy útil el empleo de la fluoresceína (ver foto) y la lámpara de hendidura para comprobar la profundidad de la úlcera.
Las causas más frecuentes son: arañazos o daños ocasionados por otros animales y cuerpos extraños vegetales (espigas). En otros casos pacientes con problemas palpebrales o alérgicos pueden desarrollar úlceras corneales. En función de la gravedad está indicado el tratamiento médico o el tratamiento quirúrgico.
Contacta con nosotros, nuestro Equipo Veterinario valorará el tratamiento más adecuado en cada caso.