Acude a consulta un Pastor Alemán de 8 años de edad como consecuencia de una catarata en el ojo derecho de 10 meses de evolución. En el examen inicial se confirma la presencia de una catarata madura que limita la visión en ese ojo.
Siempre que se realiza una valoración de cataratas es necesario dilatar adecuadamente la pupila para poder evaluar el cristalino en toda su extensión. En este paciente, tras llevar a cabo la midriasis farmacológica, se observa que a parte de la catarata existe una subluxación lenticular dorso-lateral.
La subluxación consiste en un desplazamiento del cristalino con respecto a su posición normal, debido a una rotura de las fibras que lo sostienen. Esta situación es potencialmente peligrosa porque en caso de rotura completa de las fibras, el cristalino podría desplazarse hacia adelante causando un glaucoma y pérdida de la visión. Para resolver este problema se realiza una modificación en la técnica habitual de la cirugía de catarata, con el objetivo de devolver al cristalino a su posición natural. Esto se consigue mediante la sutura de un anillo de tensión capsular (flecha amarilla) a la propia esclera, para sustituir a las fibras que se han roto.
De esta manera se conserva la organización interna del ojo, permitiendo la implantación de una lente intraocular y logrando recuperar la transparencia del eje visual.