Se presenta en consulta un Bulldog Francés de 6 años debido a una úlcera corneal izquierda de seis semanas de evolución, refractaria al tratamiento médico. En el examen se evidencia una lesión ulcerativa superficial que se acompaña de leve edema corneal focal y moderada neovascularización corneal ventral. Asimismo se observa una marcada desorganización del epitelio corneal adyacente al lecho de la úlcera .
Este tipo de lesiones también denominadas úlceras indolentes, de bordes desprendidos o SCCED, se producen como consecuencia de una unión defectuosa entre las células del epitelio corneal y la membrana basal (flecha morada). Debido a esta falta de adherencia la ulceración se cronifica en el tiempo, incrementándose el riesgo de desarrollar una úlcera colagenasa por contaminación bacteriana.
[Foto cedida por la Dra. Elena Alonso Fernández Aceytuno]
El tratamiento del cuadro pasa por la eliminación del epitelio corneal defectuoso y la protección de la superficie ulcerada para que el nuevo tejido epitelial se adhiera adecuadamente. En este animal se optó por realizar un legrado corneal con queratotomía y posterior tarsorrafia asociada.
Al mes de la intervención se retira la tarsorrafia para evaluar la situación corneal. Se observa que la úlcera ha cicatrizado adecuadamente, pero mantiene leve neovascularización, moderada fibrosis y moderada pigmentación corneal.
Durante las siguientes cuatro semanas se administra tratamiento tópico inmunomodulador y antiinflamatorio, con el objetivo de reducir lo máximo posible la opacidad de medios. Pasado ese tiempo el paciente se recupera completamente del cuadro con mínimas secuelas para la visión.